La pérdida súbita de la audición neurosensorial, comúnmente conocida como sordera súbita, se produce como una pérdida rápida e inexplicable de la audición. Por lo general ocurre en un solo oído, ya sea de pronto o poco a poco durante varios días. La sordera súbita es una emergencia médica. Cualquier persona que tiene una pérdida súbita de la audición debe ir de inmediato al médico, ya que la posibilidad de recuperación es mayor si la pérdida de audición se trata a tiempo. A veces, las personas con sordera súbita no consultan al médico enseguida porque piensan que su pérdida de audición se debe a alergias, sinusitis, cera que está tapando el conducto auditivo, u otras causas comunes. Sin embargo, retrasar el diagnóstico y tratamiento de la sordera súbita puede disminuir la eficacia del tratamiento.
Nueve de cada 10 personas con sordera súbita pierden la audición en un solo oído. La sordera súbita se diagnostica con una prueba de audición. Los decibeles son una medida del sonido (fuerte o débil) y la frecuencia es una medida del tono (agudo o bajo). Si la prueba muestra una pérdida de al menos 30 decibeles en tres frecuencias conectadas, la pérdida de audición se diagnostica como sordera súbita. Por ejemplo, una pérdida de audición de 30 decibeles haría que una conversación normal se escuche como si fuera un susurro.
Muchas personas notan que tienen sordera súbita cuando se despiertan por la mañana. Otras personas la notan como al hacer una llamada telefónica. En cambio, algunos notan un fuerte sonido explosivo como “pop”, justo antes de que desaparezca su audición. Las personas con sordera súbita a menudo se sienten mareadas, tienen un timbre o silbido en el oído (tinnitus), o tienen ambos síntomas.
Aproximadamente la mitad de las personas con sordera súbita podrá recuperar su audición parcial o completamente de forma espontánea. Por lo general, esto ocurre dentro de una o dos semanas. El 85 por ciento de los que reciben tratamiento de un otorrinolaringólogo recuperarán parte de su audición. El otorrino, como también se conoce, es un médico que se especializa en trastornos del oído, nariz, garganta y cuello (ear, nose, throat, and neck doctor, ENT).
Los expertos calculan que la sordera súbita afecta a una de cada 5,000 personas cada año, y por lo general, son adultos de 40 a 59 años. Es posible que el número real de casos nuevos de sordera súbita sea mucho mayor cada año, ya que muchos casos no se diagnostican. Muchas personas se recuperan rápidamente y nunca buscan ayuda médica.
La causa de la sordera súbita es difícil de identificar. Sólo en un 10 al 15 por ciento de las personas diagnosticadas con sordera súbita se puede identificar una causa. Las causas más comunes son:
• las enfermedades infecciosas,
• trauma, como una lesión en la cabeza,
• las enfermedades autoinmunitarias, como el síndrome de Cogan,
• los medicamentos ototóxicos (medicamentos que dañan las células sensoriales del oído interno),
• problemas de circulación de la sangre,
• un tumor en el nervio que conecta el oído al cerebro,
• enfermedades y trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple y
• los trastornos del oído interno, como la enfermedad de Ménière.
Para diagnosticar la sordera súbita, el médico usa una prueba de audición llamada audiometría de tonos puros. Este examen ayuda a determinar si la pérdida de audición se debe a que el sonido no llega al oído interno (debido a una obstrucción, como cera o líquido en el oído) o si se debe a un déficit neurosensorial (porque el oído no procesa el sonido que llegó). La audiometría de tonos puros también puede mostrar cuánta audición se ha perdido.
Si a usted lo diagnostican con sordera súbita, el médico probablemente pedirá que se haga otras pruebas para tratar de determinar la causa. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, tomografías (por lo general, imágenes por resonancia magnética) y pruebas de equilibrio.
El tratamiento más común para la sordera súbita, especialmente cuando no se sabe la causa, son los corticoesteroides. Los esteroides se utilizan para tratar muchos trastornos diferentes. Su función es reducir la inflamación y la hinchazón y ayudar al cuerpo a combatir enfermedades. Los esteroides se recetan generalmente en forma de pastillas. En los últimos años, ha crecido la popularidad de inyectar esteroides directamente detrás de la membrana del tímpano en el oído medio (desde donde los esteroides viajan hacia el oído interno). Esto se conoce como terapia intratimpánica con corticoesteroides. En 2011, un ensayo clínico financiado por el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) mostró que los esteroides intratimpánicos eran tan eficaces como los esteroides orales aunque eran menos cómodos para los pacientes. Sin embargo, las inyecciones siguen siendo una opción para las personas que no pueden tomar esteroides por la boca.
Si su médico descubre la causa de la sordera súbita, es posible que necesite tratamientos adicionales. Por ejemplo, si su sordera súbita fue causada por una infección, el médico puede recetarle antibióticos. Si usted está tomando medicamentos que se sabe que son tóxicos para el oído, el médico puede pedirle que deje de tomarlos o que tome otro medicamento. Si usted tiene una enfermedad autoinmunitaria que hace que el sistema inmunitario ataque el oído interno, quizás tenga que tomar medicamentos para suprimir su sistema inmunitario.
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