El invierno trae enfermedades relacionadas con el frío y los cambios bruscos de temperatura, como la gripe. Muchas personas se refieren e identifican indistintamente el dolor de garganta, la faringitis y la amigdalitis como la misma cosa, pero esto en realidad no es así. Carlos Ruiz, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Quirón Salud Madrid, explica que “habría que separar el dolor de garganta del resto de términos, ya que éste es simplemente un síntoma, algo que el paciente nota y que nos cuenta cuando acude a la consulta en busca de un diagnóstico”.
En cuanto a la diferencia entre la amigdalitis y la faringitis, Ruiz afirma que se trata de “una cuestión de zonas”, ya que “ambas se refieren a la inflamación de alguna parte de las vías respiratorias superiores”; de esta manera, “la amigdalitis es la inflamación o infección de las amígdalas, mientras que la faringitis es la inflamación de la faringe”. El especialista asegura que los síntomas de ambas patologías son “prácticamente iguales” e incluyen “dolor e irritación de garganta, inflamación de la zona afectada o dificultad a la hora de tragar”. Además, los agentes patógenos que atacan ambas zonas “suelen ser los mismos”.
Sin embargo, el experto matiza que “las personas que tienen amígdalas suelen presentar amigdalitis cuando hay una infección, mientras que las que han sido operadas y no las tienen, evidentemente, padecen faringitis”. Esto no quiere decir que un individuo no pueda sufrir ambas patologías, ya que, según explica Ruiz, “las partes que componen las vías respiratorias superiores no son compartimentos estancos, por lo que una infección puede propagarse y afectar a varias zonas, dando lugar a afecciones como la faringoamigdalitis”. La diferencia es más clara, afirma el especialista, en el caso de la laringitis, ya que “es la última parte de las vías respiratorias superiores y compromete órganos como las cuerdas vocales, por lo que un síntoma común de laringitis es la pérdida temporal de la voz”.
Para prevenir estas enfermedades, Ruiz explica que lo más importante es “mantener un buen estado de salud y cuidar el buen funcionamiento del sistema inmunológico”. Para ello, el experto recomienda tener unos hábitos correctos de alimentación, descansar lo suficiente y reducir el estrés, ya que son claves para mantener un buen nivel de defensas en el organismo.
También recomienda huir, en la medida de lo posible, de los lugares con acondicionamiento, y afirma que “muchos de los pacientes que acuden a la consulta con estos problemas pasan de forma brusca de la sensación térmica de la calle en invierno a espacios con aire acondicionado que mantienen la temperatura muy alta, lo que provoca alteraciones en la mucosa de la garganta”. Además, aconseja utilizar estimulantes del sistema inmunológico, pero “siempre como un apoyo, y no como sustitución a unos hábitos de vida saludables”.
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