El síndrome de apnea del sueño es un problema común que afecta a cerca de un 2% de todos los niños, incluyendo muchos que no han sido diagnosticados.
Si no recibe tratamiento, el síndrome de apnea del sueño puede conducir a diversos problemas, incluyendo problemas del corazón, de conducta, de aprendizaje y de crecimiento.
Los síntomas del síndrome de apnea del sueño incluyen:
• Ronquidos frecuentes
• Problemas para respirar durante la noche
• Somnolencia durante el día
• Dificultad para prestar atención
• Problemas de conducta
Si nota cualquiera de estos síntomas, comuníquese con el pediatra cuanto antes. Su pediatra podría recomendar un estudio del sueño—usualmente un estudio nocturno llamado polisomnograma. Los polisomnogramas nocturnos se llevan a cabo en hospitales y centros médicos grandes. Durante el estudio, los doctores y el personal médico observarán el sueño de su hijo. Varios sensores serán adheridos al niño para monitorear su respiración, oxigenación y ondas cerebrales electroencefalográficas (EEG, por sus siglas en inglés).
Los resultados del estudio mostrarán si su hijo sufre de apnea del sueño. Otros especialistas, tales como los neumólogos pediátricos, otorrinolaringólogos, neurólogos y pediatras con adiestramiento especial en trastornos del sueño, podrían ayudarle a su pediatra a hacer el diagnóstico.
Muchos niños con el síndrome de apnea del sueño tienden a tener las amígdalas y los adenoides más grandes. El modo más común de tratar el apnea del sueño es extraerle las amígdalas y los adenoides al niño. Esta cirugía se llama amigdalectomía y adenoidectomía. Es altamente efectiva para el tratamiento del síndrome de apnea del sueño.
Otro tratamiento efectivo es el de presión continua de aire por vía nasal (CPAP, por sus siglas en inglés), que requiere que el niño duerma con una máscara. La máscara expide una presión de aire constante a través de la nariz del niño, permitiéndole respirar confortablemente. El tratamiento de presión continua de aire por vía nasal usualmente se usa en niños que no mejoran luego de que se les han extraído las amígdalas y los adenoides, o que no son candidatos para dichas operaciones.
Los niños que nacen con afecciones médicas como el síndrome de Down, parálisis cerebral, o deformidades craneofaciales (cráneo y la cara) están más predispuestos a la apnea del sueño. Estos niños pueden necesitar tratamiento adicional. Los niños con sobrepeso también tienden a sufrir del apnea del sueño. La mayoría de estos niños mejoran con la pérdida de peso, pero pueden necesitar del tratamiento de presión continua de aire por vía nasal o CPAP hasta que bajen de peso.
Una buena noche de sueño es importante para la buena salud. Si su hijo sufre de síntomas de apnea del sueño, hable con el pediatra. Un diagnóstico y tratamiento apropiados pueden significar noches y días tranquilos para su hijo y para su familia en general.
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